Corazón de tren
- Lily Asmar
- Sep 30, 2022
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(El mundo desde la Luna)
Cuando el abuelo regresó del exilio se empleó como chofer y mecánico de ferrocarril, así inició su carrera como dirigente sindical y fue en este rol en el que participó de la revolución del 9 de abril. El abuelo hacía referencia a este evento histórico con la frase: “la gloriosa Revolución del 52”, yo estaba convencida que no había otra manera de hablar de aquellos días. Muchos años después mi mamá me mostró un periódico con una foto del abuelo marchando, fusil al hombro, como parte del Comité Político del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) conmemorando el aniversario de la revolución.
La reforma agraria, el control del estado sobre los recursos naturales, y el voto universal son frutos de la revolución. Hoy hay quienes la critican y quienes la defienden, yo en esto siento como mi abuelo, niño campesino y hombre obrero, era tiempo de intentar una sociedad más justa en un país de grandes desigualdades. Solo me llena de orgullo mi abuelo revolucionario, aunque las reformas se hubieran quedado cortas o hubieran sido mal llevadas.
El abuelo se convirtió en político y formó parte de tres de los cuatro gobiernos de Víctor Paz Estensoro. Ejerció, con apenas 36 años como Ministro Obrero, hacia 1961 fue nombrado Alcalde de la ciudad de La Paz, y más de 20 años después lo veríamos jurar como Prefecto. Siempre será para mí un ejemplo de superación, responsabilidad y trabajo. Mi hermoso abuelo corazón de tren.
© BAGG

El abuelo en su rol de ministro, cuadro de Villarreal Tapia. (Foto de archivo familiar).
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